SOY COMO QUIERO SER Y QUE EL MUNDO SE MUERA DE ENVIDIA.

lunes, 7 de febrero de 2011

Recuerdos.

No! mierda! vuelven. El tiempo se para, la gente, los coches, la lluvia...no! esta a punto de ocurrir lo que tanto odio, lo que tanto daño me hace...Ya estan aqui otra vez, entran en mi como se de una pesadilla se tratara. Ya esta no hay nada que hacer, ya han entrado.
Apago el ordenador, me pongo el bikini y me dispongo a salir como cualquier tarde de verano. Llego a la piscina, le busco, ahi esta, en cuanto su mirada y la mia se cruzan sonrio, de hecho sonrio todos los días desde aquel 17...Me acerco a él y le doi un beso, sus labios, cada vez qe lo beso se me eriza el vello como si de alo nuevo se tratara cada vez que lo experimento. Seuidamente pasan por mi cabeza imagenes, momentos como ese, abrazos, caricias, besos, sonrisas, los escasos te quiero que nos dedicabamos, regalos, complicidad, miradas, reconciliaciones, primeros y ultimos momentos juntos, lagrimas de felicidad...Derepente vuelvo, me encuentro en el mismo lugar que antes, el tiempo vuelve a pasar, los coches crculan con normalidad, la gente camina con total normalidad y para mi alivio el mundo vuelve a girar, todo vuelve a su cauce.
Siento un dolor fuerte en mi pecho,  un poco mas débil que las veces anteriores, pero no lo suficiente para que no sea el peor dolor del mundo, el cual, no se lo recomendaria ni a la persona mas malbada del mundo...Me toco la cara, noto como las lagrimas caen como si de dos paracaidistas arrojandose al vacio se tratara, con la manga de la sudadera intento secarlas, es inutil, caen con intensidad. 
Respiro hondo agacho la cabeza y espero a que ese vacío que tanto me atormenta se vaya poco a poco tal y como vino.
Una vez menos y una vez mas que lo tendre y lo he soportado... Cada día va a menos pero aun me punza el estómago cuando los putos recuerdos entran en mi mente a sus anchas... Y esque los recuerdos son esos, momentos efímeros de algo que anhelas que al avez de hundirte, hacerte daño y machacarte te copensan, te reconfortan y te sirven de refugio. Son imprevisibles, no podras saber cuando viene y cuando se van, solo queda apretar el puño, cerrar los ojos, respirar hondo y dejar que el dolor pase de la forma mas efimera posible.

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