Me trago mi orgullo, dejo a un lado el rencor y lo reconozco...¿Para que seguir fingiendo?
Y no me avergüenza admitirlo, porque es lo que siento y estoy harta de sentirme esclava de mis propios sentimientos, por ello, en este mismo momento admito que te quiero y que estoy, jodidamente jodida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario